Batacazo de campeonato

El Barcelona tuvo un pinchazo de campeonato ante el Granada al caer por 1-2 en el Camp Nou. Los culés, con esta derrota, ya no dependen de sí mismos para ganar la Liga Santander y ahora sólo les vale ganar al Atlético dentro de dos jornadas. Darwin Machís y Jorge Molina remontaron el tanto inicial de Leo Messi para lograr una victoria histórica en el feudo culé.

Final por la Liga. Asalto al liderato. Llámenlo como quieran, pero lo cierto es que el Barcelona se jugaba mucho ante el Granada. Y pese a jugarse tanto, se podían permitir empatar para seguir dependiendo de sí mismos para ganar la Liga Santander. Eso sí, vencer permitía adelantar al Atlético, tener más tranquilidad y seguir ganando confianza a falta de dos jornadas de recibir en el Camp Nou al conjunto colchonero.

Para ello, Ronald Koeman, consciente de la carga de partidos, realizó varios cambios en el once titular. En la portería no hay descanso y Ter Stegen defendía el arco del Camp Nou. En la defensa dos caras nuevas, la de Sergi Roberto y Umtiti, que jugaron junto a Óscar Mingueza, Piqué y Jordi Alba. De Jong y Busquets formaban en el doble pivote y algo más adelantado una novedad: Ilaix Moriba. Pedri era suplente y como hombres más adelantados estaban Leo Messi y un Antoine Griezmann que está en racha.

El partido llevó el rumbo habitual. El rival regalaba el balón al Barcelona y a esperar algún contragolpe con el que sacar petróleo. Juego arriesgado, pero a veces suena la flauta. Esta vez sonó y los de Ronald Koeman se llevaron un batacazo monumental  que deja al Atlético siendo el único equipo que depende de sí mismo para ganar la Liga y mete aún más al Real Madrid en la lucha.

Messi golpea primero

Los azulgranas salieron desplegando un juego dominante pero sin generar grandes ocasiones. El primer disparo fue obra de Jordi Alba, pero un defensor pudo meter el pie para desviar el disparo con la derecha del lateral zurdo. Lo que sí fue el primer lanzamiento a puerta llegó de los pies de Griezmann tras una buena jugada de Messi, pero ahí estuvo Escandell para detener sin problemas la intentona del francés.

En el minuto 23, otra buena combinación entre Griezmann y Messi terminó con gol del argentino. El ex del Atlético, con una media vuelta preciosa, se deshizo de su marcador y asistió a un Leo que cruzó tan bien el balón que era imposible que el portero del Granada pudiese pararlo. Un rato después sí que salió victorioso Escandell con un pie providencial ante un mano a mano con el ’10’ culé, que se plantó solo delante de la portería tras un pase de genio de Busquets.

El primer acercamiento de los de Diego Martínez fue bordeando el intermedio cuando Eteki mandó a las nubes un disparo desde la media luna del área. Comentan que ya recogieron el balón en las obras de la Sagrada Familia. Con el 1-0 se llegó al descanso y a la vuelta de vestuarios los pupilos de Koeman trataron de hacer el segundo de la tarde. Fue Griezmann el que pudo ampliar la distancia en el marcador, pero el chut del delantero del Barcelona se fue a varios metros del poste.

Remontada histórica

Al Granada le seguía costando llegar al área rival y cuando lo hacía no atinaban en el último pase para crearle problemas a Ter Stegen. El Barcelona, sin embargo, no se cansaba de intentarlo aunque se estrellasen contra La Alhambra en continuas ocasiones. Sergi Roberto mandó un balón por encima del travesaño y los azulgranas no encontraban la forma de ampliar las distancias. Y cuando eso pasa se acaba pagando. Un pase de Luis Suárez, el colombiano del Granada, no el ex azulgrana, y una mala intercepción de Mingueza acabó con Darwin Machís solo ante el guardameta alemán y superándolo para poner el empate.

Le sonó la flauta al combinado nazarí y tenían media hora para aguantar o para buscar su primera victoria en el Camp Nou. Tras el gol el Barcelona se quedó con uno menos…en el banquillo. Ronald Koeman recibió una tarjeta roja directa por protestar. El tiempo transcurría y se quedaban sin ideas los culés. Para refrescar al equipo entraron Pedri y Dembélé por Ilaix Moriba y Mingueza. Los cambios no surtieron efecto y lo peor estaba por llegar para el aspirante a ser campeón.

Jorge Molina remató solísimo, entre Piqué y Umtiti, un centro de Quini y el testarazo del veterano delantero fue perfecto, siendo imposible para Ter Stegen. Acto seguido del gol el Barcelona fue a la desesperada y Trincao ingresaba en el campo en lugar de Busquets. Diez minutos restaban y los de Diego Martínez se encerraron más aún mientras en el recuerdo el partido de Copa del Rey cuando los culés metieron dos goles en apenas tres minutos. Ni con Piqué de delantero ni los cuatro de añadido sirvieron para obrar el milagro y empatar el partido.